MarketingÁlvaro González [@alvaro_gonzt].- En esta sociedad en la que todo gira entorno a planes estratégicos destinados a lograr la máxima eficiencia organizativa y que cabalga a lomos de la necesaria transformación digital, cabe pensar en todos los elementos que influyen en el día a día de una organización educativa o un centro escolar.
Por lo general, se presta mayor atención a conceptos pedagógicos, metodológicos y de identidad, dejando a un lado aspectos no menos relevantes como el marketing. Y es que, siempre pensamos que el marketing es una disciplina para las grandes empresas destinada a mejorar las ventas o incrementar su cuota de marca. O, por el contrario, en algunos casos pensamos que el marketing sólo tiene que ver con el desarrollo de elementos de comunicación y divulgación: carteles, subir una noticia a la web del colegio o hacer un portfolio fotográfico. Craso error.
El marketing, al igual que la tecnología, ha llegado para quedarse. Hasta ahora, no se nos ocurría emplearlo en educación cuando, salvando las distancias, el desarrollo de acciones de marketing puede servir para conseguir objetivos similares a los de cualquier compañía. Para ello, es fundamental partir de la base de una buena planificación, alineada con el proyecto educativo, los propósitos estratégicos del colegio y su misión, visión y valores. Una vez que el documento marco está desarrollado, teniendo claro objetivos, destinatarios y acciones, las tareas de marketing se centran en el planteamiento y ejecución de trabajos tanto internos como externos: identidad corporativa, posicionamiento de marca, política de comunicación, captación de alumnado, fidelización, sentimiento de pertenencia, etc.
Cultura corporativa
Para implantar ese plan de marketing hacen falta no sólo la teoría y los medios, sino también una cuestión necesaria y prioritaria: hay que crear una cultura, unos hábitos y consignas para desarrollar con éxito la tarea. Generar esa cultura nos reportará beneficios internos y externos en cualquier estrategia y acción que contemple el plan:
A nivel interno, esta cultura ayuda a la cohesión del equipo humano ya que los trabajadores logran identificarse con la empresa/colegio. Es decir, a mayor grado de identificación, mayor compromiso, motivación y eficiencia, logrando, además, que los trabajadores sean los mejores embajadores ante la sociedad. Conseguir que el equipo humano hable bien y trasmita el mismo mensaje de la organización hacia el exterior, se consideraría un gran logro a nivel de cultura corporativa.
A nivel externo, nos ayudará a tomar el control de la buena percepción por parte de la sociedad con relación a nuestro colegio. Estamos transmitiendo, en definitiva, el ‘carácter’ y forma de hacer las cosas, controlando en todo momento cómo queremos ser identificados.