La cultura del encuentro es un desafío. Nadie duda ya que nuestro mundo está en guerra. Y nadie tampoco duda de que nuestra sociedad está en desencuentro. Hoy más que nunca es urgente proponer una cultura del encuentro, de la integración, de la concordia…. Y esta tarea, la quiere realizar junto con otras instituciones e iniciativas la escuela.
Está claro, no podemos dejar solos a los chicos. Ningún niño puede ni debe crecer y madurar sólo, abandonado de un entorno favorable, alejado de todo lo que es su entorno familiar. En nuestra sociedad está la familia, está la escuela, está la cultura… pero los niños están solos. ¿por qué?, porque el pacto educativo está roto y hay que recomponer el pacto educativo.
Hoy ese pacto está roto. En tantos ocasiones una maestra pone una observación en el cuaderno del niño y al día siguiente tiene al padre o a la madre denunciando a la maestra. Está roto el pacto educativo, y no sólo entre las distintas formaciones políticas, sino también entre las instituciones que educan: familia, escuela, parroquia, cultura….. No es privativa del mundo educativo esta ruptura, está también instalada en nuestra vida social.