Evangelio del domingo
Lectura del santo evangelio según san Juan.
En aquel tiempo, los judíos agarraron piedras para apedrear a
Jesús. Él les replicó: – «Os he hecho ver muchas obras buenas por
encargo de mi Padre: ¿por cuál de ellas me apedreáis?» Los
judíos le contestaron: – «No te apedreamos por una obra buena,
sino por una blasfemia: porque tú, siendo un hombre, te haces
Dios.» Jesús les replicó: – «¿No está escrito en vuestra ley: “Yo os
digo: Sois dioses”? Si la Escritura llama dioses a aquellos a quienes
vino la palabra de Dios (y no puede fallar la Escritura), a quien el
Padre consagró y envió al mundo, ¿decís vosotros que blasfema
porque dice que es hijo de Dios? Si no hago las obras de mi
Padre, no me creáis, pero si las hago, aunque no me creáis a mí,
creed a las obras, para que comprendáis y sepáis que el Padre
está en mí, y yo en el Padre.» Intentaron de nuevo detenerlo,
pero se les escabulló de las manos. Se marchó de nuevo al otro
lado del Jordán, al lugar donde antes había bautizado Juan, y se
quedó allí. Muchos acudieron a él y decían: – «Juan no hizo
ningún signo; pero todo lo que Juan dijo de éste era verdad.» Y
muchos creyeron en él allí.
Palabra del Señor.