Convivencia de Adviento
El pasado viernes 18 de noviembre tuvo lugar en el Seminario Diocesano la convivencia de Adviento para los profesores de la Fundación Santa María de la Victoria.
Antes de comenzar la celebración D. Francisco González nos presentó el Proyecto Preseminario: un nuevo itinerario en el que se pretende acompañar y orientar a chicos jóvenes que sienten la llamada del Señor hacia el Sacerdocio, en su camino de discernimiento anterior a su ingreso, si así lo descubren, en el Seminario.
Deseamos lo mejor para esta nueva iniciativa que ahora comienza.
Después de esta presentación dio comienzo la celebración de la palabra, punto de inicio para este año litúrgico; un año jubilar para la Fundación Diocesana Santa María de la Victoria que culminará, tras la peregrinación a Roma y audiencia con Su Santidad Benedicto XVI y un congreso, con la apertura de un nuevo Colegio en Estepona. La Fundación, con 60 años de historia, sigue creciendo y por ello damos gracias al Señor.
La ceremonia fue un acto de adoración Eucarística donde pudimos contemplar a Jesucristo tanto en la Sagrada Escritura como en La Palabra hecha carne en la Adoración del Santísimo.
No podía ser de otro modo en este curso en que La Palabra, de un modo especial, será el eje fundamental sobre el que gira todo nuestro quehacer. Tras la homilía nuestro Director Espiritual, Felipe Reina, nos ofreció una reflexión sobre la lectura del Evangelio de la Anunciación en clave de Lectio Divina. Pudimos experimentar así, en un clima de recogimiento, un momento completo de Lectio, Meditatio, Contemplatio y Oratio; los cuatro pasos fundamentales de esta forma de entrar en diálogo con Dios que nos habla a través de su Palabra.
Al final de la ceremonia tuvo lugar la entrega de La Biblia en la edición oficial de la Conferencia Episcopal; texto que será única fuente para todos nuestros colegios, tanto en las celebraciones como en los encuentros de oración en nuestros oratorios. A cada uno de los Directores se les entregó un ejemplar para cada uno de sus centros que ellos acogieron de una forma muy sentida.
Terminamos la celebración cantando a la Virgen, nuestra madre, nuestra protectora y nuestra guía.
Damos gracias al Señor por este momento que sin duda ha supuesto un impulso para poner en el centro de nuestra labor profesional a La Palabra hecha carne, a Jesucristo. A Aquel que está al venir y que lo hace “para dar vida, y vida en abundancia” (Jn 10, 10)
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