José Miguel Ruiz es antiguo alumno del colegio San Patricio. Siempre fue un niño revoltoso, como él mismo reconoce: «Por suerte o por desgracia he sido uno de los más malillos de aquí». José Miguel recuerda que daba mucho trabajo a los responsables del centro pero que «gracias a ellos, a que me metieron mucha caña, tengo mi graduado, tengo el título». Nunca perdieron la confianza en él ya que «tienen paciencia contigo, están todos los días a tu lado».