María Dolores Utrera es madre de cuatro hijos. Todos ellos estudian en el colegio San Patricio. Su situación económica es muy difícil, sobre todo desde que murió su madre, porque con su pensión se encargaba de mantener a la familia para que no les faltara nunca un plato para comer.
En el momento en que faltó su madre, a Mª Dolores le fue muy complicado cuidar de su familia, pero el Colegio San Patricio estuvo ahí desde el primer momento para apoyarla y ayudarla en lo que necesitaba. Se le ofreció ayuda con los libros y uniformes, pero también se preocuparon de que fuera del colegio estuvieran bien, «son muy buenas personas y muy buenos conmigo, señala. El año pasado me quedé sin hornilla para guisar, y me regalaron una para Navidad, y gracias a ellos tengo para darle de comer a mis niños comida caliente».