Querida Consejera:
En nombre de la Organización que represento, y en el mío propio, quiero compartir contigo una reflexión, sincera y abierta, acerca del delicado escenario que estamos viviendo, fruto de la profunda crisis económica que nos atenaza y en línea con la colaboración que siempre hemos mantenido con esa Consejería.
De hecho, lo sabes bien, esta disposición al diálogo no es nueva, en mi última carta te decía que “no se nos puede negar nuestra apuesta clara y decidida por una educación de la máxima calidad, aún a pesar de las dificultades por las que atravesamos. De aquí que abriguemos con ilusión la esperanza de afrontar, juntos, y sin desmayo, los retos que en materia educativa estamos empeñados en alcanzar desde hace tiempo. Razón por la que te ruego encarecidamente que, a la mayor brevedad, nos concedas una entrevista para exponerte la situación en la que nos encontramos,…”.